lunes, 7 de enero de 2008

Cajetilla de 15 Y Un Juego Macabro

Habían pasado dos días de la magestuosa historia "Cajetilla Del 14 De Febrero" y me econtroba en la casa de Catherine una niña preciosa de 15 años más buena que una chela helada en el día más infernal. Habían pasado 2 años desde nuestro último encuentro y en verdad que estaba diferente, asi que solo quedaba una cosa por hacer: probrar el nuevo material. Y así fue, desde el 23 de febrero emprendimos una relación muy gratificante. Con el pasar de los díias, semanas, meses, me iba dando cuenta de que algo cambiaba... la veía cada vez diferente y poco a poco mis miedos se hacian realidad: me estaba enamorando. En fin, estaba más desprotegido que caracol cruzando la panamericana sur en el kilómetro 45, pero eso ya no importaba. Estaba con ella y eso era suficinte. Pasamos gratos momentos y otros que preferiría lanzarme al motor de un Boing 707 antes que repetirlos pero así es una relación. Después de una pelea que tuvimos las cosas cambiaron radicalmenete y la relación se venía cuesta abajo. Empezaba a salir con unos broers de su cole pero uno tenía otras intenciones, hasta que los rumores comenzaron... y cada vez me sentía más cerca de mi signo zodiacal Tauro haha, pero no, yo fiel a todo lo que me decía, tenía que hacerlo era parte del trato. Pero el sol no se tapa con un dedo sino con una sombrilla, y con el ánimo hasta los tobillos fui a la despedida de Daniela. El trago venía y se quedaba hasta que entré en ese estado "feeling" que produce el licor y conversando a solas con Dani nos besamos, y no me senti mal pues solamente entré al juego de cathi... La gente se iba el trago venía, el hambiente se volvía cada vez más propenzo y habitable. Pasaron muchas cosas locas en un grupo de 5 chules, pero juramos no decir nada y respetaré eso. Ya era tarde y un cómodo asiento me esperaba, me recosté y perdí el conocimento. Abrí los ojos y estaba en otro lugar: era el cuarto de Dani... Bueno pasó lo que tenía que pasar pero sin llegar a ligas mayores. Desperté y me quería largar pero la voz de una manada de chibolos jugueteaba por los alrededores incluyendo la de la vieja de Daniela, concluí entonces que todavía no podía salir y tenía que quedarme un rato más. Abrí los ojos de nuevo y un silencio victorioso me invitaba a salir y lo hice. Mientras caminaba no me sentía culpable, pues los dos: cathi y yo, estábamos jugando con las mismas reglas y sin romper ninguna, obviamente sabía que la relación había llegado a su fin y eso era la único que me hacía mierda, pero así tenía que ser. Llegué a mi casa, desfallecí sobre mi cama y hasta más tarde...

1 comentario:

Anónimo dijo...

u_U